Hace dos décadas las cabras tenían un bajo valor comercial. Se realizaban pequeñas producciones que usualmente eran para el auto consumo de estas familias que gustaban de su leche para hacer quesos, yogures o para tomársela. Hoy día tenemos un poco más de ocho mil de ellas, según el último censo de explotaciones de ganado caprino, distribuidas a nivel nacional, produciendo diariamente cientos de litros para atender a un número creciente de consumidores.

Ese crecimiento de la demanda de consumidores podría estar ligado a sus beneficios. Tiene, por decir un motivo, una composición nutricional similar a la leche de vaca. Otro elemento a tomar en cuenta sería que con la producción de estas crías se obtiene mejor rendimiento. Lo cierto es que en la última década la demanda aumentó y hoy día se produce leche de cabra en fincas que también han evolucionado y que ofrecen alimento cien por ciento orgánico a sus cabras bajo un sofisticado esquema de producción y seguridad.

En 2016 dos investigadores, Axel Villalobos y Jaime Espinosa Tasón, presentaron el estudio «La Producción Caprina en Panamá» para el Laboratorio Agrobiotecnología del Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá en Divisa, Herrera. Villalobos y Espinosa nos dicen en ese estudio que posiblemente la cabra llegó a Panamá en el siglo XV, con la colonización española y citan la descripción de Fray Bartolomé que hizo sobre Cristóbal Colón cuando llegó a América.«tomó la isla de la Gomera, donde estuvo 2 días, en los cuales se proveyó á mucha priesa de algunos ganados, que él, y los que venian, compraban, como becerras, y cabras, y ovejas; y entre otros, ciertos de los que venian allí compraron ocho puercas á 70 maravedís la piezas (..)»

Villalobos y Espinosa también nos explican los problemas que enfrentan los productores en Panamá y entre esos destacan los «canales de comercialización poco desarrollados e informales» y el «escaso grado de transformación y diversificación de productos».

A finales de 2017 nuestra compañía desarrolló una línea de productos con esta leche que hemos ido introduciendo en Supermercados, Abarroterías y en nuestra tienda oficial. Nos juntamos con productores excepcionales de leche de cabra, que habían superado el nivel tecnológico de los procesos antiguos, con hatos que eran ejemplos de eficiencia, con cocineros especialistas en estas áreas y desarrollamos en nuestra fábrica, desde quesos, hasta yogures con exigentes protocolos de sanidad, con pasión y mucha creatividad. Estamos muy contentos de esta innovación ligada a la producción de alimentos porque es finalmente lo que nos gusta: ofrecer alimentos de alta calidad.